Tengo una amiga que lleva consigo una agenda "cutre" con hojas arrancadas y perdidas, los bordes mugrientos de tanto sobarla y cosas escritas de todo tipo desde los teléfonos (normal), direcciones (normal), recetas, cuentas, frases escuchadas en algún lugar, tarjetas de visita, notas de compra y muchas más cosas que hacen que aparente ser una libreta "preñada" del voluminoso aspecto que presenta.
Ella, mi amiga, es muy ordenada, limpia y no es su estilo el que tiene su agenda y cuando le he preguntado que cuando piensa comprarse una nueva agenda y descarta este vejestorio de libreta siempre me contesta igual: No soporta borrar a ninguna de las personas que allí aparecen. Muchos han muerto ya, otros han desaparecido de su vida, han dejado de ser importantes, hay teléfonos que jamás piensa volver a utilizar pero no soporta eliminar de un plumazo a quien fue parte de su vida. Tiene la concepción de que con mantenerlas en su agenda, no ha desaparecido todavía. Todas y cada una de las personas que allí están (desde hace más de veinte años o tal vez más) siguen con ella y no quiere que se pierdan en la papelera de un año nuevo cualquiera.
Otro amigo, más flexible, menos apegado sentimentalmente a las personas, me dijo hace muchos años que un método para saber si estamos viviendo la vida consiste en hacer a primeros de cada año una nueva agenda y comprobar los nuevos nombres, teléfonos y direcciones que añadimos y aquellos que suprimimos. Según este amigo podemos hacernos un sencillo test de evolución, ya que si el número de personas que borramos cada año es superior al de nombres añadidos... ¡mala cosa! Eso quiere decir que estamos envejeciendo y perdiendo relaciones, pero si añadimos muchos nombres nuevos y borramos pocos es una buena señal, quiere decir que nuestra vida social está creciendo y aún seguimos confiando en los demás y vemos la vida de forma optimista.
¿Como debo funcionar? ¿como mi amiga o como mi amigo? No lo sé. Sé que es triste suprimir de nuestra agenda a personas que fueron fundamentales en nuestras vidas y que con ese gesto tan simple como es no añadirla en la nueva libreta la estamos eliminando de nuestra memoria, de nuestro corazón y de nuestra vida, pero tambien es verdad que es una inyección de optimismo el añadir y añadir nuevas personas, con sus experiencias y nuevos enfoques de vida.
Soy el mismo de hace un ratico. Era sólo para comprobar que tu contador adelanta. Animo
ResponderEliminarSiento que no se haya publicado el amplio comentario hecho sobre tu labor y que por tanto el contador no haya subido. Que le vamos a hacer...
ResponderEliminar