viernes, 13 de enero de 2012

de vez en cuando la vida...



De vez en cuando, la vida nos besa en la boca...

Esta noche canturreo a Serrat y es que es verdad, que de vez en cuando la vida te da sorpresas, alegrías, te acaricia.
Hoy me han acariciado y no con manos. Hoy he recibido palabras amables, sonrisas, halagos y todo, sin saber por qué.
Hace meses que no me acercaba por aquí, porque no tenía motivos suficientes para escribir. Sí es cierto que no me puedo quejar de como me está tratando la vida, no tengo derecho a pedir el libro de reclamaciones, no, estoy viviendo una etapa dulce en la que todo va bien, yo estoy bien, mi gente está bien, pero tal vez por esa misma normalidad, no me doy cuenta de lo afortunada que soy por poder decir "no pasa nada", pero esta tarde me ha ocurrido algo muy curioso y sorprendente. Varias personas, sin ponerse de acuerdo y de forma sucesiva, me han dicho cosas agradables, me han ensalzado, me han felicitado y juro que no entiendo todavía el por qué de tanta amabilidad. Ha sido totalmente gratuito, no esperaban de mi nada a cambio. ¡Un regalo!
Desde el siglo pasado (y aseguro que no exagero) no me había sentido tan acariciada como esta tarde y lo más fabuloso de todo esto es que quienes me han prodigado todas esas palabras cariñosas ¡eran mujeres!
Eso ha sido lo que más me ha congratulado y lo que me ha dejado sintiendo mariposas dentro de mí.
Por eso canturreo con Serrat aquello de "De vez en cuando la vida nos pasea por las calles en volandas y nos sentimos en buenas manos"
Gracias a mis acariciadoras por reconciliarme con este planeta y sus habitantes. No tenéis ni idea del bien que me habéis hecho. Gracias, gracias y gracias.

1 comentario:

  1. Algo habrás hecho....
    Por cierto, me encanta la nueva foto de la cabecera.

    ResponderEliminar