domingo, 20 de mayo de 2018


El arte en Cuenca


Esta semana he estado en Cuenca. Sede del arte, casa de la belleza, lugar donde la luz construye una paleta variada de colores. Las Hoces del Júcar y el Huecar juegan con la piedra y el agua y las mil escalerillas y cuestas nos conducen a lugares sorprendentemente hermosos. Aves, nubes blanquísimas, brillantes verdes, piedras y agua son el paisaje de Cuenca. Y en esa Cuenca conviven museos y fundaciones con pinturas y pintores, artistas de todos lados que reflejan en sus lienzos lo que Cuenca les ofrece…

Título: Cruz y raya. 


Autor: Antoni Tápies
(Sin comentarios...)



                               



He estado en Cuenca y regreso llena de dudas, sorprendida  desconcertada al descubrir mi ignorancia, mi incultura más profunda. Lo siento. Yo que admiraba a pintores y escultores en París, Madrid o en Roma. Yo que he llegado a llorar emocionada contemplando el colorido de un atardecer cualquiera o el paisaje del otoño, las marinas o los veleros, he mirado y remirado grandes obras en estos grandes museos, tan famosos y juro por Dios que siento una pena enorme al no ser capaz de descubrir la belleza en estas pinturas. Me he asomado a los balcones de la casa colgada y me he quedado prendada de esos paisajes de piedra, agua, verde y azul. Una paleta de mil colores.

                                   

Soy analfabeta, inculta o lo que queráis llamarme. Lo siento. ¡Qué más quisiera yo, que ser capaz de encontrar en esos cuadros, esculturas y objetos que veo, miro y remiro de arte abstracto su mensaje y su razón de existir!

                    

Tras abandonar el último museo que he visitado en Cuenca, descubro un párrafo escrito en latín en un muro del exterior. No se traducirlo y pido ayuda y me dicen que es algo así como “Una cosa es segura: todas las obras del hombre están condenadas a perecer" y me consuelo al estar de acuerdo con los grandes pensadores de otros tiempos (Séneca) ya que la belleza de la naturaleza no es efímera ni pasajera como las obras de los hombres.


martes, 1 de mayo de 2018

NIÑOS TARADOS DEL FRANQUISMO .
Acabo de leer , el mejor retrato de mi generación , la de los niños que nacimos después de la guerra civil . La escribe un muy buen articulista , Javier Domenech y se titula “ NIÑOS TARADOS DEL FRANQUISMO .”
Intentaré resumirlo en las menos palabras posibles , porque es un artículo largo para Facebook y que había que leer mascando cada palabra para comprender parte de lo que nos está pasando . Estamos descubriendo ahora que los niños del franquismo éramos unos tarados oprimidos por la disciplina , educados en la ignorancia , lastrados para el futuro . Nuestra infancia , para algunos , debió ser el espejismo de un tiempo oscuro .
Pobres tarados que merendábamos pan con fuagrás o con aceite y azucar y con terrosas onzas de chocolate Matías López , que escuchábamos en la radio las aventuras de Diego Valor , piloto del espacio , que leíamos las aventuras del Guerrero del Antifaz , El Jabato , El Capitán Trueno y el TBO . Que comíamos pipas , regaliz , palulú, chicle Bazooka y bolitas de anís que nos vendía el pipero a la puerta del colegio ,por cierto que ninguno fue por esto , ni obeso ni anoréxico , jugábamos a las canicas, al taco, pidola y con pelotas de trapo atadas por cuerdas , y las niñas jugaban con muñecas y saltaban a la comba .
Los justos regalos que recibíamos eran excepcionales y por Reyes Magos , algunos teníamos la suerte de recibir algo que durante todo el año veíamos en los escaparates de las jugueterías ,
“ Fuimos tan tarados que aguantamos sin secuelas de por vida los capones y regletazos en el colegio y el dominio de los mayores . Aprendimos la lista de los reyes godos para ejercitar la memoria, al igual que los afluentes de rios por ambas márgenes y los partidos judiciales, los dictados eran una prueba de ortografía básica , las raíces cuadradas había que resolverlas sin calculadora y traducíamos del latín La Guerra de las Galias . Y si suspendías en Junio, te perdías las vacaciones. Tras ello, muchos acabaron en la Universidad , y muchos más aprendieron un oficio ,iniciado como aprendices ……..”
Así estábamos de tarados que es lo que pretenden hacernos creer algunos que , criados en una sociedad opulenta , sin más valores que el logro del éxito , confunden nuestra infancia con la opresión .
Nuestro mayor pecado fue no valorar el enorme esfuerzo de unos padres que nunca tuvieron vacaciones , y fracasamos al querer proyectar sobre nuestros hijos una permisividad que a nosotros nunca nos habrían tolerado . Fuimos tan tarados que ahora nos sorprende ver como esos retoños , criados en un mundo de solo derechos y ninguna obligación , se alzan contra la sociedad que les ha permitido disfrutar de lo que jamás tuvimos nosotros .
“Es el triste final de acto en la tragedia cíclica de nuestra Historia donde los enfrentamientos son más frecuentes que los encuentros , donde la envidia supera el aprecio , donde personajes de inanes trayectorias personales , pretenden dirigir las vidas de los demás para imponer su sociedad soñada .
Tan tarados fuimos . “ , a pesar de lo cual , ningún trauma nos achica , ningún complejo nos corroe y , yo al menos , creo que la inmensa mayoría de mis amigos estamos muy , pero que muy orgullosos de haberlo vivido y haberlo superado .
¡ Con dos co..razones ¡ .