domingo, 5 de diciembre de 2010

Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro



Hace casi un mes que no escribo nada en el blog, pero no penséis que he estado quieta, ¡que va!
Me he metido en una aventura, tal vez una chiquillada, pero me la había pedido con insistencia una personilla muy cercana a mí y muy pesada y por fin lo ha hecho: ¡Tengo publicados un par de libros!
Ya sé que me vais a decir que quien creo que soy yo para mandar hacer un libro con algunos de mis escritos, que no tienen ningún valor literario, que tan sólo son valiosos para mí. Tenéis razón, pero aún así, me he lanzado a a la aventura editorial y de verdad os digo que si yo llego a saber lo complicado que es todo esto no empiezo y menos mal que Bubok me ha facilitado muchísimo la labor, pero aún así y todo... he tardado un mes en limar defectos, corregir, modificar y estoy convencida de que está lleno de errores.
¡Como pille a esa personilla que se empeño en que ya que he tenido hijos y he plantado algunos árboles, tan sólo me faltaba escribir un libro...! ¡Ay, como la pille!
Ahora mismo me encuentro igual que cuando acaban los partos, o sea, cansada, dolorida, extenuada y sin fuerzas para sentirme satisfecha y feliz. Tengo los mismos miedos que cuando miraba a mis hijos recién nacidos y pensaba ¿habré hecho bien trayendo a esta criaturilla al mundo?
Con mis hijos ya no tengo dudas y estoy convencida de que he logrado una cosecha magnifica, de la que me siento muy orgullosa; con las plantas que he intentado cultivar... algo menos, ya que soy de lo peorcillo que hay en el mundo agrícola y ahora está por ver que tal se me da lo del libro.

P.D. Olvidaba deciros que además de lo de los libros, también he estado leyendo mucho durante este mes. Si queréis saberlo, sólo tenéis que entrar en la página siguiente: mis lecturas.

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