Esta noche ha nevado, o al menos eso me ha parecido a mí cuando he mirado por la ventana, al despertarme, pero no, no ha nevado. He salido fuera y he descubierto todo el suelo blanco, blanco y al ver la fecha en el calendario he comprendido:
La primavera ha vestido, de un día para otro, las secas ramas de los almendros con las preciosas flores ¿blancas? ¿rosas? no lo tengo muy claro, pero aquí están las abejas libando y zumbando como todos los años, de la misma forma que yo he ido todos los años recitando en esta época, con mis pequeños, el poema de La vaquita ciega ¡¡¡que recuerdos!!!
LA VAQUITA CIEGA
TOPABA AL ALMENDRO
Y EL ALMENDRO, EN CAMBIO,
CUBRIA SUS CUERNOS
DE PETALOS BLANCOS
¡ QUE BUEN CORAZON !
LA VAQUITA CIEGA,
TODA ARREPENTIDA,
LE PIDIO PERDON ...
TOPABA AL ALMENDRO
Y EL ALMENDRO, EN CAMBIO,
CUBRIA SUS CUERNOS
DE PETALOS BLANCOS
¡ QUE BUEN CORAZON !
LA VAQUITA CIEGA,
TODA ARREPENTIDA,
LE PIDIO PERDON ...
Sí, los pétalos de la flor del almendro no son blancos, son de un color rosado, pero tan claro, tan claro que al verlos sobre el suelo, cuando el aire los ha hecho caer, parecen ciertamente pequeños copos de nieve.
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