viernes, 11 de diciembre de 2020

Los otros manteles

 



Un año más vuelve la Navidad. Aun faltan días, pero este año todo lo hemos adelantado algo mas, bien sea porque disponemos de más tiempo o quizás porque estamos deseando que acabe este año.

         Como cada año, abro cajones buscando adornos, luces y manteles. ¡Otra vez de nuevo busco mis manteles! Y según los busco despiertan en mí recuerdos, nostalgias y mil sensaciones. Escarbo y encuentro, allá en el fondo, manteles que  bordé hace años, con aquella blanca puntilla prendida en su entorno. Acuden a mí el sonido de aquellos bolillos que unas manos movían ligeros en las horas cálidas de aquellos veranos. Hay otros manteles bordados por mí, que quedan de nuevo en la parte baja, el azul, el blanco, aquel de cuadrados a punto de cruz, porque son pequeños y ahora mi mesa es más grande y ya no me sirven.

         Manteles llegados desde Portugal o desde Canarias, manteles que alguna persona querida trajo de Bruselas, encajes, bordados, puntillas, todos los manteles que me traen recuerdos yacen en el fondo, sabiendo que no asistirán a las familiares comidas del tiempo que viene. Ellos ya tuvieron su tiempo de gloria y logran traerme el recuerdo de aquella persona que pensando en mí, me trajo hace tiempo una de estas joyas.

        

    En otros momentos mis manteles blancos me contaban cosas que habían escuchado en mis mesas puestas a los familiares y amigos en la Navidad y ahora, en cambio, soy yo quien pregunta al ver los manteles cubiertos de papel de seda en ese cajón ¿Qué fue de mi gente? De aquellas mujeres que fueron y son para mí importantes, que se preocupaban de que yo , al casarme, llevara un ajuar de sábanas, toallas y manteles de distintas medidas, colores y formas: un mantel azul con aplicaciones blancas de ganchillo, mantel de Vichy, manteles de cuadros, orillas hechas a ganchillo, dobladillos eternos hechos en aquella casa, en aquella terraza en verano.

        

    No me queda nadie de aquellas mujeres que en aquellos tiempos cuidaron de mí, me enseñaron a enhebrar agujas, a usar el dedal, a bordar a mano, a tantas y tantas labores que ellas sabían hacer y a las que jamás yo pude igualar…

         Volveré a cerrar el cajón de siempre, el de los manteles que todos los años al llegar Diciembre abro para preparar la mesa de la Nochebuena, la de Navidad, la de Nochevieja y el que he de poner la Noche de Reyes con los tres roscones rellenos de muchas sorpresas y al fondo, cubiertos de seda quedarán de nuevo los otros manteles y antes de cerrarlo los contemplare y recordaré y me ayudaran a nunca olvidar a aquellas personas que fueron las alas que impulsaron mi vuelo al futuro sin miedo. ¡Benditas mujeres, os quiero!

          

domingo, 22 de noviembre de 2020

Los villancicos, género literario

 


 

Nos acercamos al tiempo de Adviento, tiempo en el que año tras año nos hemos dedicado, cada cual en su casa, a preparar la Navidad.

Este año es diferente, como diferente ha sido el verano y todas las celebraciones pasadas y es por ello que pensando en cómo prepararme para el tiempo que se avecina y recordando mis tiempos escolares, cuando ensayaba con los pequeños la dramatización navideña y los villancicos, me ha surgido una idea: ¿Los villancicos pertenecen a la literatura? ¿Cuándo y cómo nacieron los villancicos?

Para responder a todo ello he “navegado por Internet” como suelo hacer con frecuencia y me he dedicado a emplear el “recorta y pega” para informarme y para comentaros, si os interesa, este tema.

Nada de lo que aquí escribo es cosecha propia, repito que todo procede de informaciones diversas encontradas en La Red:

Los villancicos aparecen en la época medieval. Hay diferentes versiones sobre la creación de los villancicos, algunos dicen que el primero en componer música de este tipo fue el Marqués de Santillana, pero antes os diré de donde procede el nombre de villancico: Los villancicos reciben su nombre de las canciones de los villanos, la gente del pueblo, es la canción de villa; la que servía para registrar la vida cotidiana de los pueblos. Según algunos historiadores, este canto surgió por el siglo XIII, siendo difundido en España en los siglos XV y XVI, y en Latinoamérica desde el siglo XVII. En sus inicios fue una forma poética española y lo usaban como registro de los principales hechos de una comarca.

Tres morillas m’enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
yvan a coger olivas
y hallávanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién
Y hallávanlas cogidas
y tornaban desmaidas
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién….

Las primeras fuentes documentales en las que aparece la palabra “villancico” son el Cancionero de Stúñiga en 1458 y Juan de Encina, a finales del siglo XV fue el autor más representativo de este género. En sus composiciones utilizaba el tiempo binario y para aquellas obras que tenían una temática popular el ternario. El villancico en esta época ya consistía en una forma musical y poética que alternaba coplas con estribillo.

A lo largo de la historia, ha sufrido muchas transformacioneshasta que en el siglo XIX su nombre quedó exclusivamente para denominar a los cantos que aluden a la Navidad. El villancico no sólo se consolidó como género, sino que se convirtió en el arquetipo de la ‘canción de Navidad’. Su temática se concentra en el niño Jesús, la Virgen MaríaSan José, los Reyes Magos, los pastores y la Estrella de Belén.

Vengan todos los Poetas,
y prisa se den, alarguen el paso;
que oy el campo de Belén
será su monte Parnaso.
Ningún ingenio se escusa,
donde es María la Musa
y el llanto de un Inocente
es de Elicona la fuente.
Pues haga lugar, lugar, la gente,
que viene, que llega,
que entra el Amor,
un ciego, que de repente
ninguno dize mejor.
Hagan lugar, que quiere el Amor glosar
al Niño, fragante rosa,
y ha de acabar cada glosa
en un romance vulgar.
Hagan lugar.
(Villancico publicado en la Catedral de Huesca, año 1661)

Los villancicos surgen en el Renacimiento, a través de canciones cantadas de forma popular. Se trata de melodías interpretadas por el pueblo para contar cualquier situación cotidiana: hablaban de historias de amor e incluso formaban parte deCancionero de Palacio.

 Villancico, atribuido a Mateo Flecha el Viejo (1481-1553) compositor español renacentista nacido en territorio de la, entonces, Corona de Aragón.

.Riu, riu, chiu,

La guarda ribera,

Dios guardó del lobo

a nuestra cordera.

El lobo rabioso

La quiso morder,

Mas Dios poderoso

La supo defender,

Quizole hazer que

No pudiesse pecar,

Ni aun original

Esta virgen no tuviera.

Riu, riu, chiu,

La guarda ribera,

Dios guarde del lobo

a nuestra cordera.

Actualmente, tras el declive de la antigua forma del villancico, el término denomina simplemente un género de canción cuya letra hace referencia a la Navidad y que se canta tradicionalmente en esas fechas.

        Se dice que el villancico más antiguo es “Iesus Refulsit Omnium”, (Jesús, luz de todas las naciones) data del siglo IV, y su letra se le atribuye a san Hilario de Poitiers. y el más conocido universalmente es “Noche de paz, “Stille nacht, heilige yach”. Lo escribió el sacerdote austriaco Joseph Mohr, que al estropearse el órgano de su parroquia, en el municipio de Oberndorf, escribió un bello canto para que se pueda interpretar durante la tradicional misa del gallo del 25 de diciembre. La escribió para acompañarse con guitarra.

Noche de Paz se interpretó por primera vez durante la Navidad de 1818. Este famoso villancico está traducido a 330 idiomas.

Noche de paz, noche de amor

Todo duerme derredor

Entre los astros que esparcen su luz

Bella anunciando al niño Jesús

Brilla la estrella de paz

Brilla la estrella de amor.

 

Noche de paz, noche de luz

Ha nacido Jesús

Pastorcillos que oíd anunciad

No temáis cuando entréis adorar

Que ha nacido el amor

Que ha nacido el amor.

 

Desde el pesebre del niño Jesús

La tierra entera se llena de luz

Porque ha nacido Jesús

Entre canciones de amor

 Actualmente los más populares son:

 Campana sobre campana: villancico conocido en todos los países de habla hispana, de origen andaluz y autor desconocido.

 Los peces en el río: de origen y autor desconocido, aun cuando en algunos párrafos se alcance a percibir cierta influencia árabe.

 Blanca Navidad: escrito por el compositor Irving Berlín en 1940, incluido en el Record Guinness como el tema más vendido en la historia.

  Mi burrito sabanero: conocido también como “El Burrito de Belén”, fue compuesto por el músico venezolano Hugo Blanco en 1975.

 Marimorena: nació en el siglo XVIII, se cree que es de origen Español, autor desconocido.

 El niño del tambor: también conocido como “El tamborilero”, se le atribuye la autoría a la pianista norteamericana Katherine Kennicott, al traducirlo al inglés de un supuesto original checo en 1941.

martes, 10 de noviembre de 2020

 

           

Hazim de Cartagena

    En estos próximos días vamos a recordar en la Tertulia Athenea la literatura del Medievo, vamos a tratar de Alfonso X el Sabio: escritor, mecenas, poeta, filósofo, erudito y creador de la prosa romance. Hablaremos del Arcipreste de Hita o de Don Juan Manuel, sobrino del rey Alfonso, prosista del más alto valor literario del siglo XIV. Por estos y otro autores, la cultura medieval española fue considerada superior al resto de Europa.

        Pero yo soy cartagenera de Cartagena y quiero recordar a un  poeta cartagenero del siglo XIII: Hazim al Qartayanni, poeta, filólogo y teórico andalusí.

        Nació en Cartagena en 1211, hijo de un importante cadí, destacó en gramática, poesía, prosodia y retórica. Viajó a Granada y Sevilla donde conoció las obras de Avicena y Averroes, pero tras la batalla de Las Navas de Tolosa, la España musulmana empieza a descomponerse ante el avance de los reyes cristianos Fernando de Castilla y Jaime de Aragón, por lo que Hazim se exilia en Marruecos y posteriormente en Túnez, donde muere en noviembre de 1284, sin que se sepa donde descansan sus restos.

        Su obra más conocida es Qasida al-Maqsura, obra poética notable entre la literatura árabe del siglo XIII. En ella se encuentra un canto de añoranza de las ciudades de su juventud: Cartagena y Murcia.

Es un paraíso donde

Corren ríos

De agua, vino, leche y miel;

Donde todos los placeres se

Dan cita,

El ver y oír cosas

Agradables,

Las comidas, bebidas y

Perfumes,

Las veladas de placer,

El departir en las

Madrasas,

Las tertulias literarias, el

Amor…

El tiempo es como una

Fiesta continua;

Las noches, como noches de

Boda;

La vida un ensueño

Permanente

                                                                    Qasida al-Maqsura


Y de Cartagena dijo además:

“Es un palacio de elevados muros, cuyo techo son las estrellas”

        Por todo ello me siento orgullosa de este cartagenero, desconocido para muchos y cuyos manuscritos están guardados en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

 

 

domingo, 1 de noviembre de 2020

La literatura y yo o yo y la literatura

 

Alba Editorial - David Copperfield

 Próximamente voy a cumplir un año más, pero aun sigo permaneciendo en la etapa de los porqués, de los qués, de los cuándo  y de los cómo. De niña, de adolescente, de adulta y aún ahora sigo haciéndome preguntas. Hoy mismo, mirando mis estanterías llenas de libros de todos los tamaños y contenido me hago varias preguntas ¿Cómo descubrí la lectura?, ¿por qué empecé a leer?, ¿quien me animó a leer?, ¿cuándo empecé a leer?

Vuelvo la vista atrás, hasta donde me alcanza la memoria y recuerdo la sala de estar de mi casa con estanterías llenas de libros grandes y chicos, gastados muchos lomos de ellos, novelas, poesía, teatro… Mi padre en su despacho leyendo, mi madre en su sillón junto al mirador, repasando alguna revista o fascículo coleccionable de entonces y la mesa de camilla llena de libros de estudio míos o de mis hermanos. (Escondidos los tebeos en sitios inverosímiles)

 

 ¡Libros, libros y más libros! A los siete u ocho años, cuando se regalaban pañuelos, colonia o pastillas de jabón en los santos y cumpleaños a mi me regalaban libros. Mi padre me regaló a esa edad un libro, que aun conservo dedicado, que describía viajes y aventuras y mi hermana mayor me regaló cuando aun no había cumplido diez “Antoñita la Fantástica y su tía Carol” lo que presuponía que ya había leído los anteriores títulos de Borita Casas.

 Tenía y aun la sigo teniendo, una amiga de mi edad y con las mismas aficiones, que cuando llegaba el tiempo de las vacaciones y debíamos separarnos nos intercambiábamos novelas, cuentos y libros de poesías. Claro que también disfrutábamos aprendiéndonos “Las mil peores poesías de la lengua castellana” o declamando “La venganza de Don Mendo” (“Las mil mejores poesías de la lengua castellana” ya las sabíamos). Uno de esos veranos de hace mil años, mi amiga y compañera de lecturas, me prestó “David Copperfield” en una edición antigua en papel biblia y me lo devoré a la orilla del mar.

 

 También a la orilla del mar y durante las vacaciones, ya que durante el curso todo el tiempo era poco para estudiar (otra cosa que aprendí de mis padres), allí junto al Mar Menor empecé leyendo Alicia en el País de las Maravillas, seguí con las novelas de Agatha Christie y continué con “Nada” de Carmen Laforet. “El mío Cid”, “El Quijote”, Becquer y Calderón de la Barca ya los había conocido en las clases de Lengua y literatura del Instituto. ¿Cuántos años tenia por aquel tiempo? Quizás doce o tal vez trece. Pasan los años y leo a García Lorca, “Cinco horas con Mario”, “Un millón de muertos”, “Los cipreses creen en Dios”, “En Asia se muere bajo las estrellas” o “Matar un ruiseñor”.

Siguen pasando los años y ya tengo trabajo y por tanto puedo disponer de dinero y ¿dónde mejor emplearlo que en libros? Colecciono los premios Nobel, los premios Pulitzer, los Planeta… Mis estanterías se van llenado de nuevos títulos, “En busca del tiempo perdido”, “Cien años de soledad” y todos los autores sudamericanos de entonces,. Descubro a Vargas Llosa a principio de los años setenta, Pablo Neruda, Borges y otros mas. 

 


     Avanza el tiempo y de pronto entro en una etapa de literatura algo mas oscura: Kafka con “La metamorfosis”, “Crimen y castigo” “Ana Karenina, “Madame Bovary”, “El señor de las moscas”, “Fahrenheit 451” o “1984”. Yo entonces desconocía que estos últimos títulos eran distópicos y al parecer la que era bastante distópica era yo, pues me sumergía en libros de auto-ayuda como “Yo estoy bien, tú estás bien” y podía mantener con mis amigos, hasta las tantas, discusiones sobre el padre, el adulto y el niño que todos llevamos dentro. Leo La Odisea, los poemas de Kavafis, Baudelaire, Cortazar. Es una época en que leo sin filtro todo lo que cae en mis manos.

 

 Me regalaron entonces “El Principito” (la gente que me conocía y me quería, seguía y aún sigue regalándome libros) con una dedicatoria preciosa y gracias a ello me reincorporé al mundo real, a los últimos libros publicados, a los premiados,  a los de mayor éxito. Ahora, en estos últimos años, lo único que ha cambiado es que cuando leo en la cama, es decir todas las noches, lo hago en un libro electrónico, porque los grandes volúmenes me pesan demasiado. Debe ser por la edad, pero aún extraño el olor del papel, el hecho de pasar las páginas, doblar un poquito la punta de una hoja para volver a releer más tarde o hacer anotaciones al margen.

martes, 15 de septiembre de 2020

Carpe diem

 Ya conocéis mi forma de utilizar Internet, navegando de aquí para allá y todo lo que me gusta lo hago mio.

Hoy he recibido este texto de una amiga tertuliana y "se lo robo"porque aunque lo conozco y se que lo conocéis no me resisto a volverlo a leer:


Un día como hoy en el año 8 a.c. murió el poeta romano Quinto Horacio Flaco, simplemente *Horacio*, según los entendidos el más grande poeta lírico....Autor de la frase *Carpe Diem*(aprovecha el día). 

La frase se hizo famosa en la película “El Club de los poetas muertos” de 1989, a raíz de un poema del gran Walt Whitman.  

Aquí el poema de Witman...


*CARPE DIEM*

Aprovecha el día. 
No dejes que termine 
sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, 
sin haber alimentado tus sueños. 

No te dejes vencer por el desaliento. 
No permitas que nadie 
te quite el derecho de expresarte, 
que es casi un deber. 
No abandones tus ansias 
de hacer de tu vida 
algo extraordinario... 

No dejes de creer 
que las palabras y la poesía, sí pueden cambiar al 
mundo; 
porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta. 

Somos seres humanos llenos de pasión, 
la vida es desierto y es oasis. 
Nos derriba, nos lastima, 
nos convierte en protagonistas 
de nuestra propia historia. 

Aunque el viento sople en contra, 
la poderosa obra continúa. 
Y tú puedes aportar una estrofa... 
No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre. 

No caigas en el peor de los errores: el silencio. 
La mayoría vive en un 
silencio espantoso. 
No te resignes, huye... 

"Yo emito mi alarido 
por los tejados de este mundo", dice el poeta; 
valora la belleza de las cosas simples, 
se puede hacer poesía 
sobre las pequeñas cosas. 

No traiciones tus creencias, todos merecemos ser aceptados. 
No podemos remar 
en contra de nosotros mismos, 
eso transforma la vida en un infierno. 

Disfruta del pánico que provoca tener la vida por delante. 
Vívela intensamente, sin mediocridades. 
Piensa que en ti está el futuro, 
y asume la tarea con orgullo y sin  miedo. 

Aprende de quienes pueden enseñarte. 
Las experiencias de quienes se alimentaron de nuestros "Poetas Muertos", te ayudarán a caminar por la vida. 

La sociedad de hoy somos nosotros, los "Poetas Vivos". 
No permitas que la vida te pase a ti, sin que tú la vivas !!!

*Carpe diem es una locución latina que literalmente significa *toma el día*. que quiere decir *aprovecha el momento*, en el sentido de *no malgastarlo*. 
“Carpe diem, quam minimum credula postero”
*Aprovecha el día, no confíes en el mañana*

Las tropas romanas, todos los días, en la formación a las 6 de la mañana saludaban con el grito 
*Carpe Diem !!!*

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Lo esencial es invisible a los ojos

 




Volvemos a estar casi confinados, no podemos reunirnos, no podemos encontrarnos, estamos en casa leyendo y he encontrado este articulo y a falta de inspiración no me resisto a copiarlo.

Espero que os guste tanto como a mi.


*EL PRINCIPITO Y LA ROSA*

 

-"Te amo" - dijo el principito... -"Yo también te quiero" - dijo la rosa. –

 

"No es lo mismo" - respondió él... "Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía... Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes. Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento.

 

Cuando el "bien" querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados.

 

 Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo.

 

Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.

 

 Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro. Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.

 

Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos. Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar."


lunes, 13 de abril de 2020

Nuestro propio COVID19






Ya han pasado algunas semanas de aislamiento, ya sabemos cuáles son las medidas que debemos tomar para no caer en las garras del Coronavirus, conocemos las diferentes teorías para evitar contagios y somos conscientes de que lo estamos haciendo bien, pero cada día que pasa escuchamos nombres de “caídos” que nos van sonado más próximos a nuestra familia, amigos o simplemente conocidos.


Estamos pendientes de las noticias para saber los números que las estadísticas del Gobierno nos comunican día tras día. Nos estamos volviendo unos expertos en los fríos números que son eso, tan solo números, sin nombre ni apellidos, sin imagen alguna, sin cara.
Han pasado ya varias semanas y nos esperan otras tantas para ver la luz al final del túnel y tal como decía una comentarista, tal vez esa luz es un tren que nos viene de frente, pero así y todo no nos podemos dejar llevar por el desaliento. Estamos obligados todos a ser optimistas y enfrentarnos a esta pandemia con el coraje y la fuerza que tenemos más que demostrada en esta larga vida nuestra.


Por ello creo que puede ser interesante que nos paremos a pensar un momento en lo que este largo tiempo de aislamiento de nuestros seres queridos, familiares, amigos o vecinos han hecho de nosotros.

-      ¿Qué es lo positivo y que es lo negativo que hemos descubierto en este periodo de aislamiento?
-      ¿Qué es lo mejor y lo peor que hemos vivido en estos días?
-      ¿Quién me ha sorprendido o desengañado con su actitud?
-      ¿He cambiado a mejor o a peor con el aislamiento?